Sunday, February 07, 2010

contrapatrix

Me fui de este blog, estoy en www.contrapatrix.blogspot.com. Prometo actualizar más.

Tuesday, June 10, 2008

vuelvo

aquí van una pila de columnas publicadas hace tiempo ya en Les Noticies.
en adelante procuraré ir de buen rollo. de salud, misticismo, naturaleza y tal.

Vacuna II

En pocos meses comenzará la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano. Sobre sus peligros iba a hablar precisamente una de las diseñadoras de la misma vacuna, Diane M. Harper, el 17 de noviembre en el XIX Congreso Anual de la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia celebrado en Oviedo. Su trabajo obviamente lo subvenciona Merck, el laboratorio que fabrica la vacuna, pero Diane denuncia alto porque gusta de dormir tranquila. Iba a hablar... porque por denunciar se la vetó del congreso de Oviedo. No digo más, estamos en ello. Estamos en lucha.
Si nos alerta su creadora, qué más puedo decir.
Pero la vacuna del VPH no será obligatoria. Si lo fuera el Estado se vería en un serio problema el día en que las pacientes dejen de serlo y acudan a los tribunales reclamando reparaciones. Si el Estado obliga a vacunar debe guardar en sus arcas un buen sistema de recuperación por los enormes efectos adversos, pero si la vacuna es voluntaria, la responsabilidad es huidiza. Es sencillo. Además, no hace falta obligar a vacunar, la mayoría tiene tan interiorizado el discurso médico (es decir, multinacional farmacéutico) que se vacunarán raudas porque Dios, que diga Bernat Soria, que diga la Merck, así lo quiere para sus accionistas.
Y mientras, buena parte del “movimiento” feminista, que ya no es movimiento sino mininstitución, espera y se niega a creer que un laboratorio que ha provocado más de 30.000 muertes en EEUU por el antiinflamatorio Vioxx pueda dañar a las niñas españolas. Esclavas como seguimos siendo, pensamos que sólo hay que denunciar al maltratador que nos jode en casa, sin darnos cuenta que el maltrato es ubicuo, está en las consejerías de salud, en los visitadores médicos, en la farmacia, en el Estado... Pensar que violencia de género sólo es lo que hace el maridito es de imbéciles. Pero como me aconsejaba una “feminista”: no muerdas la mano que te da de comer.

Vacuna: violencia de género

Merck, el laboratorio que fabrica la vacuna contra el virus del papiloma de cuello de útero, se estaba arruinando a causa las demandas recibidas por el antiinflamatorio VIOXX de efectos mortales. Ahora Merck levanta cabeza vendiéndole la vacuna más cara de la historia al Ministerio de Sanidad. Tiene que pagar indemnizaciones multimillonarias y las vamos a pagar con nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestros impuestos.
Sólo se ha probado en 100 niñas, y lo que se experimentó fue su inmunidad, no la seguridad, es decir, no se saben los efectos adversos que generará en cuerpos tan frágiles. Y sólo se experimentó con ellas durante 18 meses (no, no eran las hijas de los accionistas de Merck).
Sí se sabe que en las mayores provoca abortos y un síndrome letal llamado Guillem Barré. Y sólo protege contra dos de los virus cancerígenos, hay otros diez que pueden ocupar entonces su nicho ecológico, como ya ha pasado con otras vacunas. Además, este tipo de cáncer es de baja mortalidad y muy fácilmente detectable, porque es de muy lento desarrollo. Las citologías rutinarias lo detectan a tiempo.
Sin contar la logística, cada vacuna vale 465 euros y por tanto pone en peligro el presupuesto de Sanidad, ¿Qué van a cercenar entonces para pagarle las demandas-vacuna a Merck?
Moraleja primera: si yo lo sé, si lo sabe la comunidad científica que no se deja comprar, ¿qué es el Ministro de Sanidad?
Moraleja segunda: medicalizar peligrosamente a las niñas para pagarle los pufos a la Merck es violencia de género. De momento exigimos orden de alejamiento para esta vacuna. Si la violencia-vacuna avanza, entonces ¿se sentarán en el banquillo unos cuantos prohombres de bata blanca? Sabemos que no, y de hacerlo sería demasiado tarde para las niñas-cobaya, por tanto hay que firmar, reunirse y pararla.
Llaman a declarar a mujeres que abortan, requisan informes psicológicos, persiguen a las clínicas. Las mujeres tenemos un quiste: la ultraderecha. Tenemos otros: la derecha sin aditivos y el neoliberalismo, o como quiera que se llame esa jodienda especuladora sobre las gentes y la tierra que lleva funcionando demasiados siglos.
Lo de la Comunidad de Madrid, con esa Barbie requemada que es Esperanza Aguirre, es Antiguo Régimen. Estábamos concentradas las españolas combatiendo la vacuna contra el virus del papiloma humano fabricada por una multinacional llena de denuncias por sus malos potingues, cuando nos cae de golpe el memento aborto es delito. Memento, mujer, que tu cuerpo es tuyo hasta que deja de serlo. Íbamos a defendernos de las multinacionales y del cientifismo patriarcal practicado por Bernat Soria, cuando de pronto tenemos que sacarles los dientes también a los perros del PP. Te quejabas de la vacuna, pues toma aborto.
Conviven diversos paradigmas patriarcales en un solo tiempo, pero a fascistas y cientifistas de multinacional los iguala el mismo instinto violador. Unos, por guardar la Fe, porque hay que parir cuando Dios manda; otros, por guardar la Bolsa, porque hay que repartir dividendos entre los accionistas de Merck caiga el cuerpo de la niña que caiga. Los unos por Dios, los otros por el Capital, pero siempre jodiendo. Patrix lleva siglos masacrando nuestros cuerpos y nuestras tierras.
Hoy somos la primera generación que puede vivir del feminismo o del género. De los esfuerzos gratuitos de nuestras madres hoy heredamos posibilidades de trabajo e incluso de negocio. Es descripción, no es moralina (todavía). Sólo falta que estemos a la altura militante o resistente para encarar a los perros violadores que nos persiguen. Que no digan que sólo sabemos pasar por caja y por registro. Nosotras abortamos y no nos vacunamos (a coro)

PCPE

Racionalizar una empresa significa reducir empleo, comprimir salarios, aumentar los ritmos y deslocalizar. Asturias necesita modernizar su economía, aplicar estos planes porque no puede mantener un tejido empresarial decimonónico, con premisas que privilegian a ciertos trabajadores y que son claramente deficitarias bla bla bla. Suena bien, y se hace mucho mejor. Que sepan las mujeres de San Claudio, las de Obrerol, los de Menasa, los que quedan de Duro Felguera, etc, que Asturias debe subirse al carro de la modernización y que, aunque sea doloroso, esto no se hace sino por el bien de la región, para que no pierda el tren de la modernidad, de los nuevos paradigmas económicos y laborales. Me aliso el pelo, me pongo mechas, gafas de pasta y me hago con un despacho, un día hago la prueba y me cuelo en una selección de personal para gerentes en una empresa posmoderna o en un partido, y entro, vaya si entro. Manuel Valls, candidato a la dirección del PS, el Partido Socialista francés ya exige que su partido cambie de nombre. Joven promesa, economista, garante del liberalismo, hermoso, progresista… Ah, lo veo a mi lado, en una velada de canapé deconstruido y vino español y pierdo la decencia... ah. Háganle caso a ese joven, muy del gusto de ciertos viejecitos de veintitantos años que juegan a economistas en el partido de los gafapastas. Es el modelo del líder del futuro. Háganle caso a Manuel Valls, dejen de llamarse Partido Socialista Obrero Español, déjense de reliquias: ¿socialismo? con el daño que ha hecho; ¿obreros? si ya no los hay; ¿español? si suena rancio. Quédense con el Partido, no pierdan la duerna, y añádanle algo así como Ciudadano Progresista Europeo (PCPE), renuévense, incorporen marketing ilustrado, hagan caso a Manuel Valls y dejen de llamarse socialistas. Lo veo… Ah.

Socialismo sentimental

De 1997 al 2007 los beneficios empresariales subieron en España un 73%, mientras que el salario medio cayó un 4%. Empresariado: +73, currantado: - 4. La banca gana. Felipe González, aleccionando a las Nuevas Generaciones Socialistas, dice este verano: “El socialismo es, sobre todo, un sentimiento y no es y no debe ser una construcción ideológica”. Sentimiento para ir tirando en eterno presente a golpe de simulacros, antidepresivos y farlopa euforizante. Hacen bien, porque el día que nos dé por resucitar ideologías… Gentes que se caen de los andamios como piezas de Tetris, persecuciones a sindicalistas de verdad (los otros comen cursos y canapés), subvenciones a empresarios “coge la pasta y corre”, jornadas extenuantes, sin asegurar y por 700 euros, colmenas llamadas pisos a precios posgeneracionales, pisos que ya empiezan a embargarse, mujeres maltratadas por la patronal y no sólo por maridos, prostitutas de todos los colores y sabores a gusto de todo fartón… La tierra rota, llena de campos de golf y urbanizaciones de marca para unos nuevos y viejos ricos cuyo gusto atenta la estética, la moral y la Tierra.
+73, frente a -4. El socialismo un sentimiento, sí, no cabe duda, porque el que practica el PSOE, no llega a pensamiento. Dicen: hacen falta empresarios responsables que inviertan su dinero aquí, pero, ¿de verdad hacen falta empresarios?, ¿es ése un pensamiento o una sombra de caverna? Si quien construye, hace pan, cuida, crea, labra, enseña, cose… quien posibilita la existencia son las gentes trabajadoras, no las especuladoras. Verdad sin bibliografía, a golpe de vida. Dicen: doy de comer a 1000 familias, cuando la realidad antigua, luminosa es que 1000 familias te dan de comer a ti tu comida snob de autor. A estas alturas radical y antiguo por mi parte, pero tan cierto como que estoy viva.

Cuentos oncoturianos

En una colonia llamada Oncoturias un rey muy poderoso y gordo compró unos pocos praos por poquitas monedas y luego se empeñó en que precisamente en sus baratas tierras se construyese un importante edificio. Cuentan que con la jugada ganó 3.000 millones de maravedís pero que nadie dijo nada porque todos jugaban o querían jugar al mismo juego. Cuento popular, con variantes en los millones ganados, repetido al hogar de las altas esferas de la construcción y la política.
En una colonia llamada Oncoturias otro rey muy poderoso y gordo tiene una empresa muy grande y tres secretarias que son a la vez prostitutas de lujo. A la hora de convencer a la clientela para firmar contratos, entran ellas a ejercer su graciosa polivalencia. Cuentan que luego para fidelizar a la clientela dicho señor regala a sus clientes una tarjeta sin fondo a gastar en uno de los mayores prostíbulos de la colonia. Cuento popular, con variantes en el número de secretarias, repetido al hogar de las altas esferas de la construcción y las bajas, medias y altas de la prostitución.
En una colonia llamada Oncoturias un rey muy poderoso y no tan gordo decidió jugar a construir grandes centollos en el centro de la ciudad. Como el hombre no era diestro en esos lances y, porque es costumbre, el sobrecoste de la obra subió mucho, tuvo que pedirle a otro poderoso rey que le comprase con dinero del pueblo llano oncoturiano cachinos del centollo para no arruinarse y no dejar en la calle a sus criados. Cuento popular, con variantes en el precio del sobrecoste, repetido al hogar de las altas esferas de la construcción, la política y el funcionariado.
Moraleja: los cuentos sólo interesan a las niñas, los mayores, los gerontos prefieren directamente protagonizarlos o evadirse con películas.

Comerciales

No sé bien que hacían antes, era cría y los libros de historia, como la prensa, nunca dejan ver mucha verdad. Pero sé que ahora los Estados cuando visitan a otros Estados ponen toda su diplomacia al servicio de las empresas. Nuestros ministros y embajadores son representantes comerciales de los intereses de las grandes empresas, que son las que en verdad gobiernan. Van a China o Filipinas para negociar contratos de venta y garantizar inversiones, es decir, a asegurar que les vamos a vender estupideces, por ejemplo leche a los chinos cuando tienen alergia a la lactosa, y que vamos a explotar a sus súbditos en maquilas, pues los súbditos oncoturianos exigen mucho sueldo y descanso.
Toda esa colección de acrónimos públicos de delegados comerciales, pagados por la gente de medio pelo que es la que más impuestos paga, se dedican a ir picando de Estado en Estado, de corrupto en corrupto, (a ser posible de ojos rasgados) para vender las mierdas de sus empresarios. Son como comerciales de Avon, como Testigos de Jehová, como vendedoras de enciclopedias. No son políticos, nunca lo fueron ni aunque de jóvenes jugaran al antifranquismo, sólo son comerciales, con sus maletines, corbatinas y firmas de contratos en sitios pecaminosos. Son comerciales que van acumulando úlceras, que apestan a perfume caro, que se sienten héroes de novela cuando ponen cuernos en lejanos hoteles y cuya palabra suena siempre a mascarada. Pero, como son comerciales, no deberíamos elegir en las urnas a estos pseudopolíticos, sino subcontratarlos y precarizarlos como se hace con otras gentes del gremio. No vale que tengan garantizado un macrosueldo para toda la vida y quienes vendan enciclopedias, no. Los subcontrataremos y no llegarán a mil euros ni con dietas, entonces ya veremos si tienen tantas ganas de defender los supuestos intereses oncoturianos.

Trabajo

Antes los salarios representaban tres cuartas partes del PIB europeo, desde los ochenta esa proporción ha caído hasta el 66,2%. Pero cada vez trabajamos más horas. Nos incorporamos más mujeres al mercado laboral, personas ciegas, discapacitadas… la gata no cotiza, pero al tiempo.
Aumentó la tasa de actividad de todo Cristo, sí, pero, ¿dónde está el dinero correspondiente? El dinero se corresponde cada vez menos con el trabajo y más con la especulación. Cuando se cierra una fábrica y su venta hace ganar millones al propietario, sus trabajadoras le producen más dinero despedidas que trabajando, luego deberían pagarles más por quedarse quietas. Hay una crisis de sentido, no por la muerte de Dios, que está bien en el otro barrio, sino porque cada vez más gente pasa más horas en trabajos que no tienen eso, sentido. Un amigo trabajó revisando que las cajas de los Play Movil estuviesen bien colocaditas en las jugueterías. Nos dan trabajo todavía porque sería gordísimo reconocer que el sacro imperio del trabajo se pudre.
Las empresas tienen cada vez más ganancias que no provienen de la producción, sino de su astuta participación financiera en la especulación de acciones y divisas. Hasta el Estado tiene ingresos que ya no provienen de impuestos o créditos, sino de la sabia participación de Hacienda en este mercadeo de apuestas. Y abajo, igual: cobramos una mierda, pero nuestro nivel de vida viene sustentado por esas microespeculaciones que son las hipotecas. No vivimos tanto de nuestro curro, como de nuestra capacidad de endeudamiento, de la partida de poker que jugamos con el señor de la hipoteca: tú tienes pinta de poder pagar 40 millones, tú, sólo 10, tú, nada… Nubes de pedos sustentan a empresas, estados y particulares. Puede que soltemos gases elegantemente o que nos caguemos encima. Se abren las apuestas.

Zanahoria

Rebajas, devoluciones, desapariciones del IRPF, por un lado, y gravámenes a reproductores de música e información, por el otro. Los impuestos pasan del trabajo al consumo. Pagarán más quienes más beban, más fumen y más bits descarguen. El consumo se grava cada vez más, y menos el trabajo o los negocios.
La apuesta del Estado es por los consumidores, no por los productores. Con su fumeteo, bebeteo e interneteo compulsivo adolescentes sin oficio pueden aportar más a las arcas del Estado que una persona adulta asalariada. Suena exagerado, pero trato de visibilizar una tendencia.
Si las arcas se llenan con el consumo y más con los juegos en Bolsa de la Hacienda Pública, ¿para qué vamos a trabajar asalariadamente? Quizás con el tiempo, con este auge obsceno del voluntariado, el trabajo asalariado se acabe. Trabajaremos gratis para la bola parlanchina que es el planeta que es el Capital. Nos darán antidepresivos de calidad, comida ecológica y bonos de derecho de emisión de CO2 y metano. Ya no hará falta azuzarnos con billetitos, no hará falta, como proponía Keynes, enterrar dinero muy profundo para que nos lleguen cachinos de capital tras sudar doce horas con pico y pala. No hará falta construir carreteras a ninguna parte a cambio de dinero, como se hizo realmente y keynesianamente en Irlanda, como se hace hoy en planes de inserción que sirven para que la infraclase gane sus billetes con tareas redundantes.
No hará falta la meta del salario para obligarnos a trabajar, bastará con nacer para sentir el deseo de pasar 12 o 14 horas al “servicio de” o “entregada apasionadamente a”. Por lo pronto ya confundimos la vida plena con la vida ocupada y urgente. No necesitaremos de la zanahoria del dinero en nuestro horizonte para seguir siendo burras, ya la estamos interiorizando.

Santos Cojones

La regasificadora más grande del mundo se construirá en el Musel y una regasificadora es tan peligrosa como una central nuclear. Convertirá en gas natural el metano que vendrá en enormes barcos para nutrir a las viejas centrales térmicas y de próxima construcción. El gas que traerán esos barcos es el explosivo más potente después de la bomba atómica y por ello de inmediato Gijón se convertirá en objetivo terrorista, es decir, pseudoterrorista. La bomba ya estaría puesta, sólo habría que esperar a que los estrategas-banqueros-terroristas la activasen. Mientras, se militariza la zona.
Si nadie se anima, basta con un accidente, pues al estar tan cerca los depósitos de AGIP, Petróleos Asturianos y Repsol Butano, la traca aumentará exponencialmente. Además, si el gas licuado entra en contacto con nitratos, se expande como el Napalm,. Leo informes de prestigiosas Universidades.
Todas somos en potencia vietnamitas
Ahora ya producimos entre un 60% más de la energía que consumimos, el resto se vende. Más centrales térmicas nutridas con el gas de la regasificadora del Musel sólo producirán aún más energía para exportar, es decir, para enriquecer a los accionistas de las compañías eléctricas y para enriquecer a los políticos asturianos que se llevan fortunas por permitir estas miserias. ¿Sacamos nombres y apellidos? No, somos obesos morales.
Infierno de cobardes.
Todo esto, convertir Gijón en la hermana occidental de Chernobil, convertirla en objetivo pseudoterrorista y convertirla en tierra quemada vietnamita, se hace con la excusa de los 70 puestos de trabajo y por la evidencia de los millones que se quedarán los empresarios-políticos que tienen los santos cojones de mirarme a la cara y pedirme el voto. Todos los políticos asturianos que no están luchando para parar la regasificadora merecen pudrirse entre metano, por asesinos y/o analfabetos. Es decir, se lo merecen los más votados.

Gerontinos

La gerontocracia asturiana se queja de que no hay relevo generacional para asumir los retos del futuro político. La razón: poca gente tiene la estupidez, la animalitas y la familia necesaria para permitirse el lujo de los partidos.
¿Cómo son los pocos que sí se permiten el lujo? En masculino (mozas apenas hay): destacan por encima de todo su bajo bagaje cultural y su alto nivel de analfabetismo. No saben escribir, no conocen la historia de su tierra y mucho menos la de su partido. Esto es bueno y alentado por los gerontos, pues cualquier joven honesto, de conocer la trayectoria de su partido, abandonaría al mes.
Suelen ser eternos estudiantes de Derecho, tardan unos 8 años en acabar la carrera porque están tan ocupados en reunirse, conspirar, tomar vinos, acostarse flojo entre ellos (la disfunción eréctil de los jóvenes políticos es superior a la media, de ahí sus ansias de poder), organizar congresos de ratones, comer, cenar, volver a reunirse y volver a conspirar que desconocen el funcionamiento del libro. Pero no importa, como son de buena familia no les urge ganar dinero, además en casa nunca han visto trabajar a nadie dado que sus padres son concejales, diputados o directores generales que estudiaron también derecho.
No tienen amigos, sólo a la gente del partido. Se muerden entre ellos, se follan, se arañan, se mean… como hienas defendiendo su territorio. Los algo brillantes no aguantan la presión psicológica, abandonan y dejan un vacío que los mediocres aprovechan: “es que nadie quería ser secretario general y tuve que cogerlo yo”.
Son feos, gordos y con poco pelo. Son los gerontinos. Si a partir de las doce huelen una copa se convierten en bolas lloronas y depresivas.
No se te ocurra estar cerca de ellos, te corroerán con sus babas.

Mear

La sangre tiene un límite, cada cuatro meses se renueva. Las células madre hematopoyéticas, las hacedoras de sangre que viven en la medula ósea, renuevan los glóbulos rojos ya incapaces de transportar oxígeno. Las células del hígado cambian cada 15 días. Porque el cerebro optimiza la energía, neurona que no se conecta, se elimina. La esteticién te ha exfoliación del rostro las células muertas, pero tú sigues ahí, con la misma cara de imbécil y de demócrata de toda la vida, porque células madre han sustituido a las exfoliadas.
No somos ni sombra de lo que éramos, nunca nos bañaremos celularmente dos veces en el mismo río. Estas renovaciones se hacen de noche y los restos van a parar a los riñones, que es el orín.
Cada mañana orinamos intensamente trozos de nosotras mismas, se nos va el devenir por la taza del váter. Cada meada debería ir acompañada de una ceremonia del adiós. La que era ayer, la neurona que no se conectó a tiempo, que no produjo pensamiento, visión, que no produjo herzios, es neurona que se mea. Nuestra orina lleva anticipos y fracasos de pensamientos, palabras, obras y omisiones.
Marcar el terreno con pis es marcarlo con nosotras mismas, con restos de nuestra sangre, hígado, cerebro… Restos oxidados por la vida, porque tras cada bocanada de oxígeno la oxidación celular nos avisa de que el ser es decrecer. Sangres, pulmones, hígados, cerebros convertidos en urea, en orín, en luminoso óxido que tiñe el agua. No debería mezclarse el pis con hormonas, medicamentos, dioxinas ni demás progresos. Nos despedimos cada mañana de aliens que han ocupado nuestros ríos internos y que derivan en ríos externos llenos de peces mutantes y ranas hermafroditas. Veamos cómo meamos y no cómo votamos. Nadie aguanta cuatro años sin mear. Mear es sagrado.

Vietnam

La multinacional pionera en la venta de químicos para acabar con las babosas y los caracoles inició su andadura en la guerra de Vietnam. Dicha multinacional, hoy especializada en plaguicidas, herbicidas y transgénicos fabricaba armas químicas destinadas a asesinar vietnamitas. Una de esas armas consistía en un producto que al ser respirado por las gentes vietnamitas acababa con su sistema nervioso, es decir, morían porque se les envenenaba y colapsaba el cerebro rapidísimamente.
Pues bien, ese principio activo es el usado en los productos que echamos para que la babosa no acabe con la lechuga. Lo mismo que la multinacional usaba para matar vietnamitas, se usa para matar caracoles. Claro está la dosis disminuye, el cerebro de una babosa es menor que el de una vietnamita. Si bien a ojos del Capital, a ojos occidentales, la vida de una y de otra valían, valen, parecidito.
La obesidad moral de todos los occidentales que no degollaron en su día a los políticos que fomentaron la guerra de Vietnam nos está pasando factura. Sospecho que el auge del alzheimer en las sociedades opulentas se debe a que con cada verdura nos tragamos un poquito de lo que se tragaron en su día a mansalva las gentes vietnamitas. Día a día, en cada ensalada, en cada cocido de repollo ingerimos pequeñas armas biológicas destinadas en su día a acabar con cerebros vietnamitas. La justicia poética vuelve a hacer acto de presencia. Lo que se usaba para matar vietanimitas nos llega en pequeñas dosis en el plato bien surtido de cada día.
Nuestros alzheimers (más lentos y menos letales que los envenenamientos fulminantes a vietnamitas, eso sí) son sagrada, simbólica, retributivamente necesarios. Son como latigazos en la espalda que nos da el inconsciente inmunológico para expiar la culpa.
Sí, Satán existe, se llama Monsanto.

Libertad

Bush consiguió los permisos necesarios (leáse: “le salió de los cojones”) para poder enviar sms a su ciudadanía avisándole de amenazas terroristas. Millones de seres humanos podrán recibir al unísono el mensaje divino. Un mensaje de miedo, alimento primigenio del Espíritu Santo. Santo miedo que movilizas naciones. Santo, santo.
En Estados Unidos tras el l1s muchas madres han implantado microchips a sus criaturas para tenerlas siempre localizadas. El miedo de las madres es maná de manipulación.
También hay viejas que bajo la piel llevan microchips conectados a una centralita para medirles las leyendas urbanas de la tensión y el colesterol. La vejez es excepción que hace mucha regla.
Hay jóvenes que bajo la piel llevan sensores de su tarjeta y para pagar una copa dejan que la camarera les lea con láser su íntima cuenta. Esa misma gente va y viene con un portátil que ya engancha más que el móvil. Cómo pasar dos horas sin esa ventana al mundo que es google. Google es Dios en su omnisciencia, cómo renunciar a su contacto.
Qué esperábamos, que los móviles iban a ser siempre instrumento de comunicación interpersonal, que nunca iban a ser usados por la divinidad para transmitirnos su mensaje: “¡Ké hacs prdiendo el time!” “¡Aumnta tu ccvv!” “¡Arrpntíos hijas mías!”. Madre no hay más que una pero los Padres son legión y en breves su Verbo nos llegará por Vodafone. No bastaba con la prensa gratuita, los caminos de Dios son inexcrutables.
Dios, el Estado distópico no se impondrá con sangre, nosotras mismas lo estamos necesitando e invocamos su presencia. Tenemos vocación de esclavas, adoramos que nos observen, comenten, midan, mediquen y monitoricen, adoramos que Dios en su infinita presencia nos acoja en su mirada.
Cada vez ansiamos menos libertad o la confundimos con un aeropuerto. Soy totalmente atea.

racismo

Racismo

He visto a los nuevos homínidos. A la especie emergente que vendrá a sustituir al homo sapiens. Su primer nicho ecológico: el Centro Comercial Buenavista o Centollo Albino. Desde allí partirán a conquistar el resto de Oncoturias y del mundo.
Al entrar una bocanada de aire portátil me hizo sentir que yo era una especie vieja. Como una Neandertal que nota rara la cueva de una Cro-Magnon sin saber porqué.
Me inquietó el segurata que con su sola mirada proyecta espacios sin libertad que sin embargo los oncoturianos disfrutan como merenderos.
Me dio asco el oncomacho que compraba en Zara Home dos brazaletes para las servilletas. Era médico, consejero, funcionario de Hacienda, abogado… alguien de la Oncoturias sin estridencias, de la Oncoturias que no gesticula y mucho menos cuando gestiona. De copular con alguna oncohembra, ese homínido podría usar esos servilleteros de tobilleras para sus descendientes de piernas mínimas y atrofiadas. Para mí serían argollas infamantes, para él y sus hijos serán bisutería de diseño. Sentí por ese ser el asco que siente un blanco racista por su criada negra. Pero sin paternalismos.
Seres sin tiempo que pasan horas eligiendo posavasos y tangas de Hello Kitty.
Calle sin calle con mimos con contratos fin de obra. Seres orgullosos de su buen gusto para preferir H&M a Pimkie.
No había hombres en el Calatrava, tampoco mujeres.
Vi las primeras señales unos años antes en la calle Uría, en otra tienda de decoración con colas para pagar pequeños sillones de plástico para el móvil.
Una oncohembra alta, de pelo negro me miró atemorizada, disciplente y disciplinaria y así me avisó de que los seres de mi especie no debemos acudir a las veladas consumistas de la ciudadanía albina.
Ya no sé, ya no puedo, ya no quiero hacerme pasar por oncoturiana.

Orgullosas

llevaba siglos sin escribir, ahí va el torrente.
sigo con mal café político, pero pronto iniciaré ciclo de buen Karma:


Escuchamos emocionadas los comentarios de la maestra sobre nuestros hijos: el guaje ye listo y un pelín vago. Y repetimos orgullosas que nuestro hijo es listísimo aunque le cuesta concentrarse. (La profe dijo eso por no herir nuestro orgullo génetico, en realidad quería soltarnos que el crío es un cafre y un listillo que sólo sabe repetir la canción del Chiquilicuatre y que de buena gana le daba dos hostias).
Alabamos a voces a la criatura por ver si la de al lado confirma el diagnóstico y se une al coro. Y una mierda, Jairo es un gordo que no aprobará ni psicotécnicos y que da el perfil de cocainómano al estilo Paquirrín. Y va a tener que tomar Danacol porque ya le asoman las varices.
El otro orgullo. Me dijo la médica que tengo depresión. Ala, a grito pelado en la parada del tren. Y que tenía que seguir un tratamiento muy fuerte y que tuviera cuidado porque bla bla bla. Ala, a vocear orgullosa la depresión. Eso sí, los oncozapatos, las mechas y los dos kilos de pintalabios por belfo que no falten. Tenía yo otra imagen de la melancolía.
A mí me diagnosticaron una hernia, fibromialgia y ansiedad, ahí queda eso. Dice otra mientras apura orgullosa el culete de sidra.
A mí, a mí, lo que me diagnosticaron fue vergüenza. Porque a mí me daría vergüenza mostrarle al mundo mis flaquezas. No es adaptativo. Sería como espatarrarse y mostrarle llagas purulentas a un tigre en vez de echar a correr.
Para saber por qué estos ridículos hábitos son habitualmente femeninos puede consultarse sin ir más lejos, aprovechando el cavudeañu, a Simon de Beauvoir.
Sí, me doy el lujo de burlarme de las de mi género. No soy Reverte, pero tampoco pienso compadecerme perpetuamente de nosotras las mujeres.

Monday, June 25, 2007

receta infalible contra el cáncer

Y un día charlamos y os explico la receta anterior, son cosas importantes amiguinas. Tenéis que saber qué os generaría tanto bienestar, tanto palcer, tanta felicidad que haría de vuestro sistema inmunológico una castillo inabordable. Tenéis que tener varios momentos de esos al menos en un año, que si no, váis por mal camino. Yo supe aquel día, el día de la caminata con enorme cascada como grial, que esa era mi sencilla receta de necesitar curarme. Tenéis que tener la vuestra, coño, no podeís delegar. Otro día os pongo más recetas de estas de buen rollo.

receta infalible contra el cáncer

y para que no digáis que soy una agonías, todo el día soltando el mitin, ahí os va un regalo importante:

Receta infalible contra el cáncer


Caminar con el amado 40 kilómetros
entre bosques y ríos
para llegar a Ovejuela y su chorrito
Asumir que la cascada amedrenta
y una no se atreve a bañarse
de tan grande y negra como parece el agua.
Pero llegar ansiosa por un camino de cabras.
Precio: unos euros los bocatas del camino.
Esta es mi receta contra el cáncer
todas deberíais tener la vuestra,
medradas estamos
si no sabemos
qué es lo más feliz
que podrá curarnos.

MERCADONA de calidad

Abrí las orejas a las mujeres que reciben cursos de formación de los supermercados MERCADONA, mañana puedo ser yo. Reciben un libro cuyo titulo, “Hacia la calidad total”, ya insiste en esta meta de la calidad, omnipresente hoy en todo tipo de proyectos y empresas. El formador (ya no hay profesores y menos maestros) les repetía machaconamente la siguiente consigna: “no debéis estudiar, debéis interiorizar”. “De estudiar a interiorizar”: se pasa de exigir los conocimientos de la trabajadora, a exigir a la persona completa; así, si ella interioriza la “filosofía de la calidad total”, la “idea fuerza” de la empresa pasará a formar parte de sí misma, de su intimidad, de sus sinapsis neuronales, de su forma de moverse y sonreír. Debemos mutar nuestro ADN para hacer nuestra la imagen social corporativa, la filosofía de la empresa. Las irónicas, las que no eviten la mueca ante la machacona prédica de la interiorización no serán elegidas para el trabajo. Cuanto más oigo a este capitalismo posfordista poner entre sus objetivos la martingala de la calidad, más me doy cuenta de su ausencia. Sin valorar proyectos más intelectuales, más pastosos, sin valorar artículos, estudios, libros, diseños, construcciones que llevan el rótulo de la calidad. Con la flexibilidad laboral y su inherente escasez de tiempo el saber se hace chicle, producto que sirve para engañar al diente pero no para alimentar. Se persigue la calidad, se propone como objetivo número uno porque escasea. Que nos dejen tranquilas, que nos dejen vender una lechuga sin interiorizar la calidad. Y que nos paguen sin trabajar, porque la mayoría de nosotras y nosotros no producimos sino maldades o inutilidades. Gran parte de nuestro trabajo no genera sino una enorme huella ecológica de mierda redundante. Ahora toca calidad porque la cantidad de mierda producida ya asusta.

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Indulgencias

1517, Lutero expone sus tesis contra el tráfico de indulgencias. Entonces las personas invertían sus dineros para disfrutar de una eternidad en Paz. Nos parecen ingenuas aquellas gentes capaces de creerse semejante bulo, pero hoy Europa continua especulando con el mañana. Seguimos comprando indulgencias que nos aseguren un futuro en paz, sólo que ahora éstas ya no sirven para la eternidad, sino para unos añitos de trabajo fijo y, con suerte, una jubilación. Europa vende indulgencias para alcanzar la paz de la vida madura, y sus currantes se desviven por el master que les permita tirar para adelante dos añitos más, o ya, la plena, aprobar unas oposiciones del Estado, la indulgencia que más se ansía. Se invertirán miles de euros y horas en preparar unas oposiciones-indulgencias que nos permitan alcanzar el perdón, no ya de Dios, sino del Estado. Se ha reducido nuestra ambición, ya no ansiamos estar a bien con Dios y la eternidad, sino con los poderes públicos y la cuarentena. Cómo se han cortado los años de nuestros sueños, una indulgencia-curso que nos permita una paz-contrato de nueve meses, ya eso es bendito. Europa ya no es una gran Iglesia sino una gran Escuela con fieles en eterna formación y eterna compra de cursos. Y ya mendigamos créditos bancarios para pagar estas nuevas indulgencias, y ya su propio nombre, “crédito”, nos recuerda que seguimos movidas por creencias; pero si algún día un fantasma de ateismo financiero recorriese Europa y la riqueza dejase de ser este perverso acto de fe que es ahora el capitalismo financiero, si dejásemos de creer en este santo Patrix especulador y dejásemos de multiplicar las mediaciones y amásemos más el presente, qué sería de la Banca y la Universidad, ese matrimonio de abstracciones y lejanías que lleva jodiendo a la Tierra desde el Renacimiento.

Patrix®

Por dividir el día en franjas para orar a Dios nacieron los horarios. Quítese la h y se verá la relación entre la cuantificación de la vida que es la cronometría y la oración. De pautar orgánicamente la existencia por menstruaciones, lunas, embarazos o tonos del cereal pasó a pautarse por esas máquinas claves en el mantenimiento del capitalismo que son los relojes. Rezar a Dios, uso de relojes y explotación más matemática de las gentes de abajo fue todo uno. A todas estas, Dios, ese Patrix que desde que se instauró lleva jodiendo la existencia de todo bicha viviente, ganó la partida, entre otras, merced a un marketineo del Libro que consiguió difuminar, demonizar, humillar, basurear a las diosas previas de la Tierra. Dios, Patrix, padre del número, de la propiedad privada, de la cuantificación de la realidad a través de finanzas, cronometrías y estadísticas preocupa ahora a los científicos que lo buscan en el cerebro. Los actuales metafísicos, para conciliar la miseria científica con la religiosa, entonces postulan algo aparentemente hermoso: hoy Dios ha caído del cielo y se está despertando dentro de cada individuo. Dios, como buen Patrix, señor de blanco y de barba, amante de la abstracción y la cuantifcación, amigo de mediaciones y enemigo de la Tierra, es puritico capitalismo y si como dicen ha caído en nuestros cuerpos, eso significa que hasta las gentes de abajo hemos interiorizado el capital, ya no nos oponemos ni miramos arriba a la otra clase sino que nos hemos hecho pequeñas empresarias, autónomas que llevamos genes de Patrix® en nuestras entrañas. El capital, la gran abstracción, la gran moneda, el Dios del Gran Poder se acopla a nuestro cuerpo como los carburantes se nos pegan a las cartucheras. Dura de seguir está siendo la dieta atea y feminista.

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Pederastas

Las cuidaderas públicas andan preocupadas por esa manía de las criaturas de engordar, violentarse y deprimirse. Preocupa la obesidad infantil y retiran tutelas a parentelas irresponsables que crían Homerinos. Dicen: comen mal y no salen a la calle a jugar, mucho in put y poco out put. Pero todas las personas de edad somos responsables por pensamiento, palabra, voto, obra u omisión de esta cría de gansos, de este foie-grass infantil que debería explotarles en la cara a gobernantes y “emprendedores”. Serafín Abilio, lidereso de la construcción, quiere más autopistas, todos quieren más cemento, más centros comerciales, más tabique para seguir engordando sus cuentas y los hígados infantiles. A qué calle salen a quemar grasas nuestras criaturas, a fin de que nicho de cemento se van a mover, si sólo hay edificios, coches, contaminación, parques asfaltados rodeados por carreteras, coches, más coches, si ya no hay donde jugar al escondite como no sea entre las mesas de las sidrerías, si no hay donde atar la goma, si no hay boscucos, callejuelas o descampados por los que matar el tiempo. Qué tiempo. A qué calle salen a jugar, a General Elorza, a esos cementerios de cemento como la Corredoria, Pumarín o el Nuevo Langreo. Criaturas en sillas de paseo que viven a ras de tubo de escape, seres para el cáncer de pulmón. Y si hay algún parque, hay que llevarlas con cadena, que no salgan a la carretera, si hacen deporte hay que llevarlas y traerlas a gimnasios: más edificios, más cárceles para unas criaturas que deberían llevarnos a juicio. Pero que corra la pasta, lo único que tiene agilidad y libertad para correr en esta tierra de cemento. A juicio. Porque constructores, políticos y demás trepas monopensantes en cemento y números son pederastas, culpables de joder a la infancia.

Monday, April 16, 2007

Elecciones psicópatas

Robert Hare, autoridad en psicópatas, destaca los siguientes rasgos de estas personalidades: aunque las manipulan y las estudian psicológicamente los psicópata son incapaces de ponerse emocionalmente en el lugar de otras personas; siempre buscan novedades que les exciten, suelen ser coleccionistas, conciben a las personas como objetos, son irresponsables, incapaces de planear el futuro y no conocen el remordimiento. También se comprobó que ante imágenes de violaciones su región límbica no se activa, es decir, su cerebro emocional percibe aberraciones como quien percibe una mesa.
Mis dudas: ¿a las personas normales se nos relaja el sistema límbico de tanto exponerlo a imágenes violentas?, ¿demasiada exposición a estas imágenes puede generar pequeñas dosis de psicopatía? Sospecho que la sociedad cada vez se acerca más a ese perfil de psicópata, no es extraño entonces que votemos a políticos que dan el perfil completo: son coleccionistas de objetos de lujo, les encanta la novedad y la inversión en nuevas maquinitas, son irresponsables, incapaces de pensar en un futuro que vaya más allá de cuatro años, están inmunizados al dolor y arrasan vidas por negocios farmacéuticos, petrolíferos, armamentísticos, energéticos… ven por tanto a las personas y a la Naturaleza como números, como objetos de los que obtener beneficio, y, por todo ello, no sienten remordimientos.
Pero, ¿son psicópatas genéticos o es el despacho allá arriba, la cosificación numérica de la vida impuesta por este sabio sistema cientifista lo que les hace dejar de ver gentes, gentes mutiladas, canceradas, emigradas, explotadas, deprimidas?, ¿los hace así el exceso de mediaciones?, ¿la pérdida de la inmediatez psicopatiza o son ya psicópatas de origen porque la masa también lo es y vota a quien envidia?, ¿estas democracias psicópatas son digno reflejo de su pueblo? Sigo llevando la corona de Miss Anthropa. A seguir votando y a seguir delegando.

Memento

Sabiamente borramos de la memoria nuestra apariencia juvenil porque así al mirarnos cada día no nos deprimimos. Nuestros propioceptores se actualizan constantemente y así nos reconocemos en presente ante el espejo. No recordar de continuo la lozanía juvenil es adaptativo, pero se ven demasiadas fotos de juventud, continuos memento mori, memento arrugas, flaccidez, acritud… El cerebro está entrenado para la desmemoria física, pero la captura de instantáneas del pasado le recuerda lo que él ya había olvidado. Memento, memento, que ahí están las fotos, tonifícate que ya no hay quien te reconozca. Ecología visual, dejar trozos de pasado por todos los rincones puede provocar malestares cotidianos. Al margen de cuestiones de más enjundia moral (¿imágenes violentas sí o no?), al yo juvenil apresado en fotos es mejor esconderlo o no llegar a producirlo. Esas imágenes nuestras del pasado, sumadas a imágenes nuestras ideales (revistas, maniquís y anuncios posthumanos), harán que la mente sufra cada vez que el espejo le da presente y realidades. El uso a partir del XVI de mejores espejos y vidrios tuvo consecuencias que dieron para toda una Modernidad. Ventanas que piden más luz e higiene, autorretratos como reflejos, ciencias en las que el yo desparece para sólo observar a través de lentes, pulidores de lentes como el poliédrico Spinoza, egos aumentados o menguados a gusto del campo… Al margen de cuestiones de más enjundia antropológica, la aparición del espejo trajo más amargura por el paso del tiempo y mucho tópico poético. Lo que debió ser no haberse visto nunca, apenas reflejada en el agua, y pasar a verse en ubicuos espejos, lo que debe ser no recordarse de joven y pasar a verse de continuo en viejas imágenes propias y constantes imágenes juveniles ajenas. Lo que puede desencadenar todo esto, al margen de morales y antropologías.

Justo y necesario

Las campesinas saben que la sangre es un abono muy completo para la tierra. En las viejas guerras los campos de batalla (cuando la batalla se hacía en campos) quedaban sembrados de cadáveres que dejaban sus litros de sangre a la tierra. Ahora la guerra deja sangres sobre cemento cuando las deja, porque la leucemia y los guantánamos no son precisamente muy cruentos. No es sangre lo que se derrama, se derrama nada, puro nihilismo que lejos de abonar la tierra la plastifica. Al bombardear un colegio no le llega la sangre a la tierra, pues los colegios suelen tener aulas y patios de cemento y entre tanto cascote la sangre difícilmente llega a la tierra. Las niñas y niños irakíes no van dejando su rastro de sangre por los campos, no sangran especialmente sus leucemias, al menos no con la sangre limpia de una herida de espada. Antes para expresar lo cruel de una batalla se decía que los ríos bajaban rojos de sangre, hoy para testificar lo nihilista de una batalla se constata que las radiaciones de las B-52, las bombas de racimo y demás juguetes metafisicos occidentales radian al mismismo tercer ojo de Occidente: a Europa. La radiaciones de las bombas generadas por los I+D de nuestros impuestos, que sólo se lanzan al ojo del culo que es Oriente, no entienden de muros de la vergüenza ni de alambradas fronterizas y están llegando a Europa. Las merecemos por no cerrar las fábricas de armas, por no degollar a nuestros dirigentes, por ser niños obesos que juegan al capitalismo. Es justo y necesario que Aznar, la Palacio que queda, esa gente que justificó bombardeos por el precio del petróleo y por la Democracia, es justo y necesario que toda esa gente se gaste sus plusvalías en quimioterapias.

Inteligencia emocional

Una joven triunfadora de hoy, psicóloga y máster en dirección comercial, no acaba de encontrar al hombre de su vida. Se trata de un reportaje sobre mujeres que ya no aguantan gañanes. Hasta ahí bien, sano, racional, adaptativo. Lo inquietante es comprobar cómo el aborregamiento nos llega a todas, incluso a psicólogas acostumbradas a analizar vidas en selecciones de personal. La chica cuenta que tuvo un marido del que aprendió mucho pero del que a los seis años se desenamoró para caer en otro “modelo”, “modelo cachas inteligente”, “modelo” que no la satisfizo del todo. Antes de los 36 quiere ser madre y ya hizo “sus cálculos”. ¿Que qué le pide a los hombres? “valores devaluados, cierta honestidad, coherencia” porque, sigo citando, “no queremos un currículo académico, queremos alguien con inteligencia emocional”. Le salió a la mujer la selección de personal: se valorará especialmente las habilidades comunicativas, la resolución de conflictos, que hoy en la empresa ya no demandan tanto currículos como persona, como almas, como las santísimas inteligencias emocionales. Eso sí, reconocía que valoraba especialmente el feeling. Se valorará especialmente, como el coche propio o el manejo de idiomas. Ella sí es honesta y coherente, cohesiona la vida laboral con la personal, pide lo mismo a su pareja que al currante de la empresa. Ya hemos hecho del nuestro un ego seleccionador de personal y un experto consumidor. Ya no hay dentro o fuera. No hay nada que conciliar, los dos espacios, el laboral y el personal ya son sólo Uno. La ansiada unión, la empresa total, el Patrix del que ya no se sale. Gestiona los sentimientos, haz tus cálculos, cosifica a las personas y si no te encuentras satisfecha cambia de modelo. Podemos ser consumistas de personas, feministas Cosmopolitán, capitalistas hasta el tuétano. Aborregadas de marca.

Ciona

En el fondo del mar viven unos animales llamados Ciona intestinalis. Sólo tienen una entrada y una salida para el agua, no se mueven y apenas cuentan con un primitivo cerebro digestivo, pero para reproducirse generan unas semillas con un cerebro capaz de percibir luz y tacto y de distinguir arriba de abajo. Son muy activas, nadan apresuradamente buscando la roca en la que vivir para siempre y tienen poco tiempo, pues se alimentan de una yema propia que les dura una hora. Cuando ven una roca que les gusta se acoplan y absorben su propio cerebro, en adelante ya no lo necesitarán, sólo les servía para buscar esa roca. Es al desprenderse de la colonia madre, al buscarse la vida por esos mundos marinos que las Cionas segregan cerebro, el resto del tiempo vegetan. Que un protocerebro emerja por imperativos motrices y que al fijarse espacialmente desaparezca dice mucho. Es el viaje, la migración, la búsqueda de los garbanzos y de la vivienda lo que nos obliga a acrecentar nuestro currículum vitae. Se nos crecen mil protocerebros (cerebritos idiomáticos, informáticos, relacionales, trepas…) para engordar la cuenta corriente que nos permita encontrar la roca en que fijarnos y vegetar el resto de nuestra vida. Decimos que ciertas personas desde que compraron piso y se casaron se han amodorrado, ya no brillan, ya no divierten. Aburren, envejecen, se han comido su cerebro, como la Ciona. Pero, ¿se puede ser eternamente una semilla de Ciona, si sólo dura la yema una hora? ¿La movilidad perpetua acrecentará nuestro cerebro o lo colapsará de ansiedad? Esa yema, el capital natural que nos nutre, se acaba de tanta movilidad, y nuestro cerebro diseminado en soportes de sílice crece más y más, lo que no quiere decir que el que llevamos sobre los hombros esté muy adaptado.

Peras al olmo

Ser presidente, demócrata incluso, de un país en el que nadie se quede y todo el mundo esté de paso es el ideal del dictador posmoderno. Gobernar turistas, seres cuyo único objetivo es fotografiar y comprar mierda, seres que se mueven pero no se movilizan. Por eso desde jóvenes la actual dictadura posmoderna entrena a su rebaño en la movilidad perpetua, en las becas erasmus, sócrates y full bright para que sepamos muchos idiomas en los que decir nada, en los que decir florituras teóricas demócrata-fascistas. Saber ingles, francés, alemán para decir plásticos. “No pedir peras al olmo”. Poco espacio y menos tiempo queda entonces para que nos germinen rizomas. Que nos germinen raíces ya es pedir peras al olmo. Y hay una plaga planetaria que está acabando con los olmos desde la raíz, se pudren en manadas, es un hecho, no una metáfora: nos quedamos sin olmos. Cómo se lee ahora el verso de Machado: Al olmo viejo herido por el rayo y en su mitad podrido/ con las hojas de abril y el sol de mayo/ algunas hojas verdes le han salido. Cómo hace el turismo congresual para releer la obra machadiana, si no sabe de la enfermedad que desde hace unos años sufren en sus raíces los olmos de todo el planeta. Si no sabe de la enfermedad que desde hace unos años sufren en sus raíces los humanos de todo el planeta. Un día escuché a un ejemplar asturiano un mandala inquietante: “Un paisano no sale de casa sin dinero y a los 18 años tiene coche” Un paisano, una paisana lleva entre las piernas horizontes, no motores. Un paisano, una paisana saben caminar y llevan los bolsos vacíos. Sin dinero, sin coche se demuestra la hombría, sin dinero sin coche sale la mujer al mundo.

Madresdeputa

Dos insultos nos vertebran desde la infancia: maricón y puta (bollera no hiere tanto). Para saber las razones antropológicas, estúdiese feminismo. El primero va perdiendo categoría de insulto, pero hasta que, por lo menos, no se celebre el “Día del Orgullo Puta”, el segundo funcionará años. Que la prostitución sea una profesión, no un estigma: muchas mujeres nos hacen ver que, puestas a humillarnos, poca diferencia hay entre unos trabajos y otros. Camarera, 700 euros, 12 horas, jefe manoseando. Ciertas abolicionistas de derechas pretenden acabar con la prostitución y contratan a internas por 700 euros al mes, el precio de un bolso de Loewe que pagan sin objeción de conciencia. Y yo comparto con esas hipócritas la palabra, yo también soy abolicionista. Soy abolicionista de un capitalismo que impide a las personas quedarse en su tierra y las obliga a mover el culo, y soy abolicionista de Patrix, que lleva siglos haciendo de las mujeres el abajo y denigrando el abajo cuando es el abajo el que da comida (humus, humilladas) Por ello, soy abolicionista de la prostitución, pues sin patriarcado y sin economías y estados opresores, en el planeta piruleta, la prostitución no daría tanto trabajo. Yo también soy abolicionista, mientras ser algo sea un fácil acto de habla, una emisión de comunicados y pegatinas hasta que venga la realidad a exigirnos manos. Podemos sumar “istas” a nuestro ideario como quien suma signos zodiacales a su perfil: aries, mona, majuelo... Pero nada nos asegura que de reproducirnos nuestras hijas no sean también prostitutas. Nada. En este sistema económico que es una bombona abierta de butano, el día en que encendamos la luz volarán nuestras hijas por los aires y acabarán a muchos kilómetros haciendo la calle. Será entonces cuando, educadas como estábamos en el hijasdeputa, pasen a llamarnos madresdeputa.

Baal

Antes del triunfo de Yavhé se creía en Baal, la Señora de las Moscas, pero por la recurrente demonización de las divinidades anteriores, Baal se convirtió en Belcebú, un ser temible. De cría odiaba las moscas, pero ahora entiendo que donde hay insectos hay biodiversidad, transmiten ADN en sus extremidades, forma pedante de decir que polinizan plantas y árboles. Baal se convirtió en Belcebú y sus criaturas fueron perseguidas, porque lejos de considerarlas traedoras de vida se las hizo transmisoras de enfermedades. Empezamos a perseguir moscas, a pasteurizar, a legislar el alimento, y así el hombre combatió miles de enfermedades. Si niego las virtudes de la ciencia soy premoderna, posmoderna, carcamal, diletante, inconsciente… como si la historia de la salud fuera lineal, siempre a mejor para toda la humanidad.
Veo a los bichos, donde ellos están, sanamente, hay decenas de variadas hierbas. Comprendí que Baal era digna de adoración. Se pueden leer libros sobre religiones antiguas, pero solamente percibir con el paso de las estaciones que las moscas te cuidan la tierra te hace sentir el roce de la mosca roce sagrado de Baal. Una adoración sana: si las moscas nos propician miles de plantas es de recibo adorarlas. Recordé un saber endémico y este aprendizaje es el que más quiero. Soy hedonista del conocimiento, pero con este saber segregué más endorfinas que nunca. Y las flores salvajes tienen más estambres, más polen y menos pétalos, recordad una rosa salvaje y una de jardín. La una tiene pocos pétalos pero una gran fuente de polen, la otra tiene muchos pétalos aterciopelados, rococós, románticos, pero el polen más escondido. Preguntemos a insectos y aves qué flores prefieren. El pétalo es la tecnoesfera y los estambres la biosfera, y cada vez quedan menos flores salvajes y menos animales a quien preguntar.

Wednesday, February 28, 2007

Simbiosis

la Maite se ha comprao por Internet un bebé combucha. Por sólo 26 euros hasta le llevan el bebé a casa, no como cuando apadrinas, que sólo te envían fotos. Dice que ahora no está preparada, que esperará a volver de las vacaciones para atenderlo. Mientras, el bebé en la nevera. ¡Feminista, incapaz de asumir sus obligaciones de cuidadora! Además, lo quiere para aprovecharse de él: un combucha es un honguito que fermenta el té y genera una bebida más reparadora que la baba de caracol con aloe. El Juan también tiene un hongo, pero este paisano sí que es un buen cuidador, varias veces le ofrecieron deshacerse de él y no lo hizo. Lo adquirió hace años en las piscinas de San Lázaro por tan sólo los veinte duros de la entrada. Inició un tratamiento con antibióticos para separarse de él, pero pronto se dio cuenta de lo hermoso de su relación. Cuando se descalza, después de un día de sudor, halla en su hongo una fuente de endorfinas. Qué cara pone, ahí, arrascándose su pie de atleta: ah, ah, buff, buff, oh, oh, mmmmm…Ah, es que me llega el presto hasta el hueso. Se dio cuenta sabiamente el hombre, ecologista para más señas, que su hongo era una fuente de placer. Otras comen hongos alucinógenos para volar, éste se arrasca el pie de atleta, y, en verdad os digo, que yo, al verle y oírle tan gozoso, recuerdo el éxtasis de Santa Teresa. Ahora pedirá una subvención al Principado por ser de cultivo ecológico y venderá en Internet módulos de su hongo a gentes ortoréxicas, a quienes se están quitando de fumar y a hedonistas del conocimiento. Yo ya he comprendido: la felicidad se hace con retales de hongos. Si tanto presta arrascarlo, no lo persigas, es tontería.

Wednesday, February 07, 2007

terapia celta

Gente, que me he inventao una terapia arbolal que creo funcionará. Veréis, ayer mirando un horóscopo celta vi la luz. Desde octubre me da por tomar infusiones de abedul, un hobby como otro cualquiera, pues bien al principio no me hizo efecto, luego fue cósmico y ahora nada. Según el calendario celta noviembre es el més del abedul , es cuando el árbol está más potente, bueno, pues recordando me di cuenta de que cuando más me había hecho efecto el arbol había sido en noviembre. Tuve un seuño en el que yo tomaba una infusión de abedul y me levantaba muy rejuvenecida, con una emcoión vital que me recordó a la infancia, otro día me sorprendí en el espejo muy joven, no necesariamente ma´s hermosa, pero sí vital, nueva. Fue una sensación que no experimentaba desde la infancia, porque desde hace tiempo llevo cierto lastre de vejez, de pesadez uqe ya había asumido, pero esos días fueron especiales. De hecho le regale a Sib. una buena cantidad de abedul para que la acompañase en París. pero esas experiencias las tuve en noviembre, ni en octubre, ni después. Ayer al ver en el calendario celta que noviembre es el més de abedul l o entendí todo. Es en ese mes cuando lo necesitamos y cuando el árbol tiene más que darnos, es en noviembre que hay que tomar abedul. Hay un árbol para cada mes, sospecho que si en cada mes tomamos infusiones de los árboles que corresponde seremos poco menos que inmortales. en febrero es el sauce. Per sucede por ejemplo con el sauce que es sedante, luego hay que tomarlo apra dormir. Cada mes un árbol, pero hay que tener en cuenta sus virtudes. Habrá árboles que sean buenos en infsuión de mañana, otros de noche, otros en pediluvios, otros en emplasto, otros en olor...Os haré una tabla un día de estos. Sirva como adelanto que este mes de febrero toca el sauce. Doce meses, doce árboles. Lo ideal sería recolectarlos nosotras mismas, pero bueno visto el tiempo y el espacio, algunas se tendrán que conformar con comprarlos en herbolarios.
ala, pa que veáis que aveces cuento cosas bonitas,no va a ser sólo despotricar.

Monday, February 05, 2007

Pegacín en congreso

Que quien rija nuestra vida cotidiana y nuestros destinos sea una gerontocracia hortera, poco frugal y encubiertamente filicida se nota hasta en la arquitectura. En los últimos años más que invertir en carreteras para escapar, en auditorios, en museos de arquitecto de marca y demás megalomanías no se ha hecho. Medir el bienestar, porque hay quienes tienen las gónadas de medir así la bondad de su gestión, contando estas excrecencias de cemento es de imbéciles. Hace poco Villa dijo que era hora de hacer microsocialismo, que los megaproyectos ya no atraen electorado, ¿se habrá hecho taoísta el viejo de la cuenca? Entra una en esos auditorios a ese congreso-jornada-coloquio de power point perpetuo y canapé transparente, entra una en esas gigantescas cajas para la economía del turismo cognitario y se da cuenta de que la diferencia con los colegios e institutos es demasiado grande para ser casual. En Asturias los colegios e institutos visten sillas sesenteras, goteras, techos de uralita, paredes desconchadas y diseños carcelarios, es demasiada la diferencia como para que no grite una verdad eterna: la gerontocracia sigue mirándose el ombligo y sigue invirtiendo en sus entretenimientos, en cajas para operas, congresos y canapeos en los que poder codear su colesterol mental con otros seres de su especie. No me importa que las aulas sean cutres, educarse entre el diseño, lujo y asepsia de los auditorios y palacios de congresos tiene consecuencias elitistas, pero canta mucho, canta demasiado tanta inversión en construir no-lugares y carreteras, y tan poca en construir lugares para la educación, lugares con jardines que permitan dar clases mientras se pasea, lugares sin rejas, luminosos, de colores, aireados, más orgánicos, con plantas, con huerto... lugares para enraizarse, lugares a los que poder amar y querer defender… Despierto de mi sueño utópico, que llega el catering.